Estamos viviendo tiempos en los que el profesional no solo valora lo económico como único punto a destacar. Hoy en día, muchas personas buscan sentirse validadas por sus trabajos y por sus jefes directos.
Pero ¿sólo hablamos de validación? Es un punto valioso, pero en el mundo laboral, el salario emocional involucra una serie de factores que serán determinantes, vamos a enumerar unos cuantos a continuación:
Flexibilidad laboral: No hay control de horarios, transmitiendo plena confianza en el trabajador y en su desempeño.
Trabajo híbrido: Se puede trabajar desde casa o desde donde uno se sienta más cómodo, mientras el trabajo funcione bien, el espacio lo define uno mismo.
Crecimiento y desarrollo: Nadie se quiere sentir estancado, entonces, en un entorno en donde se promueve el crecimiento profesional y se brindan las oportunidades de mejora continua, habrá mayor satisfacción.
Proyectos con valor: No se hacen las cosas por el simple hecho de llegar a un objetivo determinado, se hacen sabiendo que, detrás de ellas, hay un fin que sobrepasa lo comercial. Un proyecto con propósito genera orgullo y, posteriormente, un potente sentido de pertenencia.
Pongámoslo en palabras más simples: El salario emocional es fundamental para retener talento y mantenerlo motivado.
Este modelo de prácticas no solo aumenta la productividad en un 17% y la rentabilidad en un 21%, también reduce la rotación de personal hasta entre un 25 a 50%.
Un dato no menor, por poner un ejemplo en escala mayor, tan solo en España, un 97% de empleados entrevistados tienen un sentido de pertenencia mucho mayor en empresas en las que el salario emocional es practicado de forma correcta.
También, en Latinoamérica, un 57% de trabajadores buscan de forma activa cambiar de trabajo y 2 de cada 4 buscan empresas que tengan como base la práctica del salario emocional. https://www.perfil.com/noticias/economia/salario-emocional-la-clave-para-retener-talentos-y-fortalecer-la-marca-empleadora-en-2025.phtml